Hildegard von Bingen (1098-1179) fue una figura multifacética del siglo XII, destacando como monja benedictina, abadesa, mística, escritora, filósofa y compositora alemana.
Su influencia se extendió a diversos campos, incluyendo la medicina y la alimentación, donde sus escritos revelaron un profundo conocimiento de las propiedades beneficiosas de ciertos ingredientes, incluidos aquellos utilizados en la elaboración de la cerveza.
«Physica Sacra» y las propiedades medicinales de la cerveza
En su obra «Physica Sacra» o «Liber Simplicis Medicinae,» Hildegard von Bingen exploró las propiedades medicinales de varios elementos naturales y en el contexto cervecero, sus escritos abordaron la cebada y, en particular, el lúpulo.
El lúpulo en la perspectiva de Hildegard von Bingen
Hildegard von Bingen destacó el lúpulo como un ingrediente clave en la elaboración de la cerveza.
Reconoció sus propiedades conservantes y su capacidad para mejorar tanto el sabor como la estabilidad de la bebida.
Además, Hildegard observó las cualidades antibacterianas del lúpulo, lo que contribuía a la preservación de la cerveza y a su potencial beneficio para la salud.
Lúpulo y propiedades medicinales
El lúpulo no solo era visto por Hildegard von Bingen como un agente de conservación, sino también como un componente que aportaba propiedades medicinales a la cerveza.
Sus escritos sugieren que, consumido con moderación, el lúpulo podía contribuir a la salud general y al bienestar de quienes disfrutaban de esta bebida.
Legado y relevancia en la historia de la cerveza
Aunque Hildegard von Bingen no era una cervecera en el sentido moderno, su contribución radica en ser una de las primeras en abordar y documentar las propiedades medicinales de los ingredientes de la cerveza, especialmente del lúpulo.
Su perspicacia en este tema resalta la interconexión entre la medicina, la alimentación y la cultura de la época, dejando un impacto duradero en la historia de la cerveza y la comprensión de los beneficios asociados con sus ingredientes fundamentales.